Como si a la gente le encantara salir a pasear en un domingo soleado, todos con mejores cosas que hacer y que tuvieran más importancia o grado de necesidad. El calor estaba insoportable hacia las 2 de la tarde, los afortunados se llenaban de líquidos helados para engañarse de que hacerlo les quitaba parte del bochorno general. Algunos muy felices y otros hartos con ganas de estar hasta el cuello en alguna playa lejana o conformarse con la piscina que cobraba por hora o la bañera de toda la clase media con el agua helada más por necesidad que por gusto.
Era como si todos estuvieran compartiendo el espacio, gigante y sin conversaciones pero repleto de sonidos característicos; agudos y fuertes, de pasos rápidos y alimentos que se derretían y se transformaban en gotas y manchas al golpear el asfalto. La ropa rozaba y dejaba sus marcas en las pieles más sensibles, las mamás preocupadísimas por Juan, Rodolfo, Brandon, Ernesto, Benito, todos los hijos. Los papás que por sus mentes sólo estaba presente la imagen del paquete de cervezas compradas con la paga del viernes y que culminaría en una noche de diversión; si es que la mujer lo aprobaba y no decidía botarlo para emborracharse en su soledad en algún bar vacío o un club de ésos en los que pasan muchas cosas hacia las 2 de la madrugada.
Inclusive a esa hora, estando en esos lugares, las luces no ayudaban y el sistema de ventilación que se averiaba cada media hora, los clientes tan entretenidos en el espectáculo y la piel y la bebida barata y contaminada por orden directa del propietario. Hasta él que andaba con la toalla húmeda encima del cuello, tomando a escondidas la bebida que no vendían a la clientela regular.
Sabía que sacar la bicicleta en días como estos no era buena idea. Que el navegar entre el mar de gente era riesgoso hacia las 2 de la tarde, que muchos tendrían el hartazgo plasmado en los gestos de tener que estar en la calle. Tan ilógico que todos quisieran encontrarse en lugares ventilados y no tan concurridos pero que por una cosa u otra tuvieran que hacer algo completamente opuesto a lo que deseaban. Ni mencionar los planes ambiciosos y fallidos de los padres por querer remediar el sentimiento de tristeza de los hijos. Hay ciertas situaciones que no se pueden evitar, si el clima no tiene solución pero si un impacto considerable sobre todos nosotros, eso es ya mucho que decir.
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