La fecha está asignada, parece infinita desde que es mencionada y remarcada su importancia. Es por culpa de esta sucesión de eventos que influyen en el proceso, que lo hacen muy rico o lo hacen nada.
Hay cosas más importantes que otras y esa ponderación es lo que va a dar luz verde a un texto o lo va a sepultar entre un camposanto de ideas estancadas.
Hay cosas más importantes que otras y esa ponderación es lo que va a dar luz verde a un texto o lo va a sepultar entre un camposanto de ideas estancadas.
Escribir no se va, pero las ideas sí, se deshacen o confunden. El plazo está definido y nada llega a ti. Parece que todo lo escrito es basura o no llega a ser lo que esperabas.
De nuevo cuestionas lo importante, el dolor está de por medio y te recuerda constantemente los errores y tropiezos por tu trabajo.
Ese encerrarse en la habitación se convierte en un inevitable escape de la realidad para el encuentro maravilloso de hilar palabras, darle sentido a todo aquello que sale pitando de la imaginación.
Ese encerrarse en la habitación se convierte en un inevitable escape de la realidad para el encuentro maravilloso de hilar palabras, darle sentido a todo aquello que sale pitando de la imaginación.
El dolor comparte espacio con el placer, ese placer tardío de terminar algo bueno, de escribir algo bueno, de entregarlo.
Los plazos son importantes, son el límite, la valla divisoria. Los plazos también dividen el dolor del placer. Sean cuidadosos en extremo con los plazos.
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